Homenaje al vino tradicional. Fermenta con sus pieles y reposa en ánforas de barro.

Elaboramos este vino con la variedad Parrona, conocida únicamente en nuestro territorio. A finales de Septiembre hacemos una vendimia muy quirúrgica, entre diferentes variedades  de cepas centenarias

Hace la fermentación sobre sus pieles unos 10 días en el ánfora, con bazuqueo manual dos veces al día. Posteriormente continúa la crianza durante 10 meses en el mismo ánfora sobre su lías, bajo un leve velo de flor. Son ánforas/Tinajas con más de 200 años de antigüedad de la zona, con capacidades entre 800 y 1500 litros. Todas marcadas por un artesano.

Este proyecto es una auténtica recuperación de las vinificaciones tradicionales. Los antiguos bodegueros cuentan que los blancos en la zona se elaboraban como un vino tinto. Pisado en el lagar de piedra, fermentado con sus hollejos y almacenado en el ánfora de barro durante el año.

Lo embotellamos entre 12 y 13% vol. según la añada. En botella borgoña de 750 ml cerradas con tapón de pieza única de corcho natural. Producción muy limitada de 1500 botellas.

Resulta un vino de color ambarino. Con frutos secos maduros. En boca elegante, untuoso y graso. Sutil e integrada astringencia Tiene multitud de maridajes.